En busca de la verdad (Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur)

En Busca de la Verdad 
(Primera Parte)

por Srila Bhaktisiddhanta Saraswati Thakura
Publicado en “El Armonista” (Sri Sajjanatoshani)


Resulta imposible para aquellos de proceder materialista el acercarse al Autócrata Trascendental que siempre está invitando a las almas caídas condicionadas a asociarse con Él a través de la devoción o del humor eterno de servicio. Las atracciones fenoménicas aparecen frecuentemente para tentar a los seres sensibles a que disfruten de la variedad que se opone al monismo no diferenciado. Las personas tienden a caer en especulaciones transitorias, aun cuando han de educarse a sí mismas en una situación fuera de su área empírica o de la jurisdicción de su experiencia. El aspecto esotérico a menudo les induce a hallar la inmanencia en su inspección externa de las cosas transitorias y transformables. Este impulso los lleva a fijar la posición de lo inmanente en una Entidad Impersonal Indeterminada, de la que no se puede discernir ningún indicio moviendo la tierra y el cielo a través de los sentidos orgánicos. Por tanto, es necesario ayudar a esas almas desconcertadas en su camino hacia la Personalidad del Inmanente que se localiza más allá de la inspección de la mirada sensual. Esto es, de hecho, el objetivo más alto del hombre: La búsqueda de la verdad.
Hemos escuchado de la Divina voz de Sri Gurudeva el siguiente texto de las escrituras: “Oh Muni, tú que eres dado a la especulación mental, cualquier acción que ejecutes, ya sea mundana o espiritual, llévala a cabo de manera tal que sea propicia para el servicio de Sri Hari, si es que estás muy deseoso de adquirir la capacidad de la devoción espiritual”.
Resulta que somos los sirvientes de los devotos de Dios. No somos los sirvientes de elevacionistas ni de buscadores de la liberación. Nosotros cargamos el calzado de Hari. En virtud de tal circunstancia, no nos relacionamos con comunidades que desean otra cosa además del servicio a Dios, es decir, elevación o liberación. Porque sabemos que la adoración del Dharma, Artha, Kama y Moksha no son más que un engaño. En otras palabras, tienen una estrecha relación con la adicción al no-ser.
Hubo un tiempo en el que Shri Gaursundar (Chaitanya Mahaprabhu), durante su peregrinación a diferentes partes de la India, instruyó a la gente con estas palabras “A quienquiera que se encuentren háblenle acerca de Krishna. Liberen a este país convirtiéndose en Guru por Mi decreto”. En ese momento, en nuestras mentes surgió la pregunta de cómo íbamos a hablar sobre el supremo objeto del deseo si nosotros mismos no éramos almas autorrealizadas. Entonces Sri Gaursundar nos aseguró: “En esta empresa no se verán obstaculizados por la corriente de lo mundano. En este mismo lugar obtendrán Mi compañía, una vez más”. Usen cada esfuerzo para el servicio de la Divinidad. Háganlo desde cualquier posición en la que se encuentren. En cualquier país, en cualquier época, en cualquier cuerpo que estén habitando, usen toda su energía para la Divinidad. Si tenemos que llevar a cabo la orden de Sri Chaitanya no hay otra alternativa que la de hablar todas estas palabras que hemos escuchado de los labios proféticos de Sri Gurudeva. El único deber del sirviente de Dios es tratar de hacer aquello que continuamente desarrolle su habilidad en la ejecución del servicio de Dios. Lo único por lo que vale la pena es orar es para que nuestra mente sea cada vez más atraída hacia Krishna. No deseamos riquezas o seguidores ni tampoco deseamos ser salvados de la miseria del nacimiento y la muerte. En este mundo, las personas aspiran a alcanzar fines distintos al servicio de Krishna; ellos desean Dharma, Artha, Kama y Moksha, y así, adoran a diferentes dioses para obtener lo que desean. Pero cuando estemos en presencia de Mahadeva, saludémoslo así: “Gloria al gobernante del reino de Vrindavana, cuya frente está adornada con la luna, gloria a Él, que es adorado por Sanandan, Sanatana y Narada,  ¡Gloria al Jefe de los vaqueros! Señor, concédeme un amor incesante e incondicional por los pies de loto del héroe amoroso de Vraja.” Cuando nos acercamos a Katyayani decimos: “Me postro ante ti, Katyayani, que tienes la capacidad de confundir, que tienes el poder de causar todos los sucesos, que tienes poder sobre nosotras mismas. Que Devi haga que el Hijo del pastor Nanda sea mi marido.”
No oramos ni por la curación de la enfermedad ni por la liberación mediante un proceso que puede significar la destrucción simultánea de la enfermedad y el paciente. Nos acercamos a ellos y decimos: “Bendíganos para que nuestras mentes siempre vayan a Krishna.” La gente de este mundo ora pidiendo convertirse en poseedores de cosas que son distintas de Krishna. Pero las palabras de ambrosía de Sri Gurudeva declaran que Krishna es la única posesión verdadera. Estamos en las garras de predisposiciones no espirituales. Ellas obstruyen nuestra búsqueda de Krishna. Es necesario hablar de cómo podemos ser rescatados de las garras de esas predisposiciones. Por esta razón elaboramos nuestras propias preguntas. No deseamos saquear los bolsillos de otros. No tenemos la intención de incomodar a los demás. Estamos por encima de esa mezquindad. Aquellos que son adictos al servicio de la lujuria y la ira pueden juzgar de manera diferente. Pero tomemos en cuenta lo que nuestro anterior Guru, Srila Madhavendra Puri ha dicho respecto a nuestro propio deber: “Una y otra vez he sucumbido a toda forma de maldad, cediendo a la lujuria y otras pasiones, pero las pasiones desgastadas no han tenido clemencia de mi pobre persona; siguen molestándome sin pudor y sin piedad. Señor de los Yadus, es por esto que ahora, habiendo renunciado a ellas y conociendo la verdad, he venido a ti entregándome a Tu refugio que es lo único que me puede salvar de todo temor. Empléame plenamente en Tu servicio.”
De hecho somos mendigos, y por esta razón no tenemos por qué mendigar deseos que consientan la gratificación de los sentidos. Hemos orado para que todas las comunidades de “sadhus” emprendan la provechosa búsqueda de la misericordia de Chaitanya Chandra; de hacerlo, ellos se llenarían de la mayor admiración. Nuestra oración ha sido formulada por uno de nuestros Acharyas en las siguientes palabras: “Con paja entre los dientes, cayendo postrado a sus pies y  suplicando humildemente cientos de veces, digo: ¡Oh, Sadhus! hagan todo a un lado y practiquen siempre la devoción amorosa a los Pies de Caitanya Candra.”
Lo que Sri Caitanyadeva nos ha dicho de una manera especial, es que aquel camino que al seguirlo es capaz de liberar de todos los deseos sensuales, no es más que la aceptación de la protección del servicio de Dios. Él dijo: “Para aquel que está libre de todos los deseos sensuales, que ansía servir a Dios, que está deseoso de llegar al otro lado del océano de este mundo, el contemplar o asociarse con personas mundanas y mujeres carnales es incluso peor que ingerir veneno.”
Es preferible suicidarse ingiriendo veneno que asociarse con personas que desean cosas diferentes a Krishna, o tratar de disfrutar de tales cosas. Si alguien que ha comenzado a servir a Hari se apega a cosas distintas a Krishna, se verá completamente arruinado. Bharata se convirtió en rey de Bharatavarsha. Anteriormente, había dirigido sus esfuerzos hacia el progreso espiritual, había practicado el ascetismo, había hecho progresos reales en el camino de servicio de Hari. Pero tenía que nacer como un cervatillo. Había deseado levemente un objeto que no era Krishna; había querido realizar lo que ordinariamente se conoce en el mundo como un acto de bondad. No fue nada más grave que el leve deseo de servir a un animal indefenso, pero incluso por esto Bharata tuvo que nacer como un ciervo. Por lo tanto los pies de loto de nuestro Sri Gurudeva nos ordenan que nuestro único deber es el servicio de Krishna. “Que tu mente esté fija en Krishna”, esa es la única bendición apropiada.
Durante un tiempo, Advaitacarya dio rienda suelta a la constante prédica de la doctrina de la unión indiferenciada con Brahman; entonces, Sri Gaursundar quiso poner fin a estas actividades; para ello partió de Sri Mayapur en compañía del Señor Nityananda, se dirigieron hacia Santipur a través de Lalitpur. En Lalitpur se encontraron con un sannyasi que solía estar con prostitutas. Los dos Señores, llenos de fervor divino, solicitaron la hospitalidad de aquel sannyasi libertino. El sannyasi bendijo a Mahaprabhu considerándolo un joven normal: “Que tengas riquezas, descendientes, una buena esposa y conocimiento.” Al oír esta bendición del sanny?s?,  Mahaprabhu dijo que aquello no era una bendición, sino una maldición. La única bendición real es que uno pueda obtener el favor de Krishna. Al oír estas palabras, el sannyasi adúltero dijo a Mahaprabhu, “Ahora estoy experimentando lo que antes ya había escuchado. Hoy en día si alguien quiere el bien para otro y se lo dice, esa persona devuelve el favor apaleando a su bienqueriente con un garrote. Me parece que el comportamiento de este joven Brahmana es exactamente así. Yo de buena fe lo bendije para que tuviera riquezas, seguidores y buena fortuna. Mi único objetivo era su bienestar, pero este niño piensa que no deseo beneficiarlo sino que intento hacerle daño y me acusa por esto.” Entonces, el Señor Nityananda mostrándose grave y prudente, como si fuese el tutor del joven, le dijo al sannyasi libertino, “Usted no está para discutir con este chico. Entiendo cuán grande es usted en realidad. No se ofenda con este muchacho, hágalo por mi bien.”
El sannyasi adúltero quedó satisfecho con las palabras de Nityananda Prabhu y le ofreció de comer. Nityananda santifica a los caídos. Nityananda y Mahaprabhu, tras haberse bañado en el Ganges comieron los frutos que les dio el sannyasi en su casa. En ese momento, el sannyasi libertino hizo reiteradas sugerencias a Nityananda Prabhu para que aceptara “Ananda” (refiriéndose al vino). La esposa del sannyasi le prohibió molestar a los invitados de esa manera mientras tomaban su comida. Mahaprabhu preguntó a Nityananda Prabhu, “¿Qué quiere decir el sannyas? con la palabra ‘ananda’?” Nityananda Prabhu estaba familiarizado con el comportamiento de todo tipo de personas e informó a Gaurasundara que el sannyasi adúltero se estaba refiriendo al vino con la palabra “Ananda”. Tan pronto como Visvambhara (Gaurasundara) escuchó esto, murmuró el nombre de Visnu y de inmediato dejó de comer, hizo achamana y sin demora corrió hacia el Ganges con Nityananda Prabhu y se sumergió en el río.
Por medio de este acto Mahaprabhu enseñó el deber de evitar las malas compañías. Él enseñó más que esto. En palabras de Thakur Brindavandas, “El Señor favorece a los adúlteros y a los borrachos, pero matará a aquel que esté versado en el Vedanta si difama a los Sadhus. Esta persona era un sannyasi, aun así no dudó en tomar vino. También se hacía acompañar de mujeres carnales, sin embargo, el Señor se dirigió a su casa. Si no se beneficiaba en esta vida lo haría en su siguiente nacimiento. Las únicas personas a quienes el Señor no ama en Su corazón, son aquellas que maliciosamente hablan mal de los demás. Todos los sannyasis ateos perdieron la buena fortuna de obtener la mirada del Señor. Prueba de ello es el caso de todos los sannyasis que vivían en Kasi.”
Todos aquellos que desean la liberación y esperan fundirse en el Brahman impersonal son aún más hipócritas que aquellos que desean disfrutes mundanos. Por esto, Sri Caitanya Mahaprabhu, ha aconsejado a todas las personas que desean su verdadero beneficio que por todos los medios eviten este tipo de compañía.
Cuando Urvasi se dio cuenta de que el tiempo en el que podría haber cumplido con sus egoístas propósitos se había terminado, no dudó en abandonar inmediatamente a Pur?rav? o Aila, el rey de Chandravansha. Entonces Aila, sintiendo la crueldad de Uravsi, quedó curado de su anhelo de placeres mundanos. Fue en este contexto que Sri Bhagavan dice a Uddhava: “Por lo tanto, una persona inteligente debe rechazar toda mala asociación y en su lugar tomar la asociación de los devotos santos, cuyas palabras cortan con todas las malas inclinaciones de la mente”. [1]
El único deber de los “sadhus” es el de acabar con la acumulación de todas las propensiones malvadas de cada individuo. Este es el único deseo natural e inmotivado de todos los Sadhus. La gente del mundo posee una naturaleza hipócrita. Expresan un tipo de sentimiento, pero en su interior acarician un propósito diferente. Además quieren hacer publicidad de esta duplicidad como un signo de liberación o de amor por la armonía. Los que no están dispuestos a mostrar ninguna duplicidad y desean ser francos y directos, o en otras palabras, ejecutan de forma inequívoca la función del alma, esas personas realmente sinceras son llamadas sectarias y ortodoxas por los hipócritas. Cultivemos la asociación de aquellos que son sinceros, no aceptemos la compañía de personas que no lo sean. Por todos los medios debemos evitar las malas compañías. Se aconseja mantenerse a una distancia de cien codos de animales con cuernos. Debemos observar las mismas precauciones en cuanto a todas las personas insinceras.
A Srila Narottama d?sa Thakura le complacía decir la verdad pura, incluso a personas dignas provenientes del más alto linaje. Para la visión mundana, Thakura Narottama se había manifestado como miembro de una familia Kayastha Uttaradiya, y por decir la verdad se había vuelo el blanco de los ataques de malas personas. Quienes juzgan a otras personas basándose en el testimonio de sus sentidos, de hecho tienen una disposición maliciosa. Estas personas, carentes de buen juicio, comenzaron a encontrar defectos en Narottama Thakur. ¿Por qué si él ha nacido en una familia Kayastha, va a establecerse como el maestro religioso de personas nacidas en familias Brahmana y hacerlos sus discípulos? Cuando estas acusaciones llegaron a los oídos de Narottam Thakur dijo que en lugar de provocar la oposición de cualquier persona, se abstendría por completo de instruir a nadie. Acto seguido, Sri Ramakrishna Bhattacharya y Sri Ganganarayan Chakravarti—que eran discípulos de Thakur Mahasaya—dijeron que si él dejaba de enseñar, todo mundo se iría con los perros y habrá un gran aumento en el número de Pashandas ateos. Diciendo esto uno de ellos se vistió como vendedor de betel y el otro como un alfarero. Mientras tanto, todo el grupo de engreídos Pandits de una comunidad hostil llegó a Kheturi con la intención de derrotar a Thakur Mahasaya—en un debate abierto. Después de su llegada a Kheturi fueron al bazar y procedieron a la tienda del alfarero para comprar ollas de barro para cocinar sus alimentos. 
El alfarero se puso a hablar con ellos en sánscrito. De ahí los pandits fueron con el vendedor de betel y él también les habló en sánscrito puro. Entonces los orgullosos Pandits comenzaron a preguntarse en qué clase de país maravilloso estaban donde incluso los alfareros y vendedores de betel podían hablar en el más puro sánscrito. Narottama Thakura era la persona más grande de ese lugar, por lo que resultaba imposible siquiera imaginar su erudición. Entonces, antes de perder su reputación tratando de derrotar a Narottama Thakura, decidieron partir del lugar sin demora. Pensando así, los Pandits abandonaron rápidamente el pueblo. Podemos ver que aquellos que obtienen la protección de la Verdad siempre son susceptibles a ser atacados.
Lo que comúnmente se llama juicio injusto o el buen juicio, es en ninguno de los dos casos lo mismo que la Verdad. Muchas personas suponen que la Verdad es lo mismo que el sentido común. Lo que no puede ser armonizado con el sentido común no es admitido como Verdad por tales personas. Pero ¿cuál es la naturaleza de las personas cuyo sentido común se supone que es idéntico a la Verdad? ¿Es éste el sentido común de las almas que están libres de defectos tales como tendencia a cometer errores, descuido, sentidos defectuosos y el deseo de engañar? ¿O es aquel sentido común que nace de la experiencia de las mentes cambiantes sujetas a todos esos defectos? El sentido común de gente ordinaria, que está sujeta a todos esos defectos, es, en el mejor de los casos, sólo una especulación mental. A veces puede dar una cierta impresión de ser una Verdad relativa o temporal. Pero en realidad no es la Verdad. La facultad intelectual de quienes se dejan guiar ciegamente por las fuerzas vivas de la Naturaleza material no puede entender la existencia espiritual pura, que es inalterada y auto manifiesta. Por ejemplo, mientras alguien está saboreando las delicias de un pudín preparado de excelente manera, otra persona llega y le dice que al mezclarlo con un poco de cal y cemento, que trae consigo, el pudín podrá completar su exquisitez. Si el que está comiendo el postre toma en serio este consejo, se estará privando de comer un buen postre y tal acción el sabor del pudín será estropeado. 
Los trozos de piedra, cal, etc., quemarán y ahogarán al sujeto al pasar por su garganta y causarán la muerte de la persona por asfixia. Bhakti o el servicio a Dios es supremamente incondicional, autosuficiente, perfectamente puro y absolutamente desprovisto de toda cualidad terrenal. Si una persona aconseja que para perfeccionar el impulso devocional hay que adulterarlo con deseos que no sean el de servir a Dios, tales como la actividad fruitiva, el conocimiento empírico, el intento de convertirse en uno con Isvara por medio del yoga, etc., todos ellos productos de este mundo material, entonces el consejo de dicha persona es exactamente igual al de agregar cal y cemento a un buen pudín. La cal y el cemento son bastante ajenos a un buen pudín, no son compatibles entre sí. 
La actividad fruitiva, el conocimiento empírico y el yoga, son actividades del alma individual en un estado de esclavitud, son funciones del cuerpo material y de la mente. Por otro lado Bhakti es el impulso natural del alma pura, es una función espiritual, es la actividad del alma que está completamente libre de todos los defectos mundanos. Es por esta razón que no puede haber una mezcla real del servicio a Dios con las actividades fruitivas, el conocimiento empírico y demás actividades mundanas que, por su propia naturaleza, son ajenas al bhakti; pero cuando el trabajo fruitivo, el conocimiento empírico, etc., reconocen su subordinación a Bhakti y se practican en obediencia al bhakti, entonces dichas actividades puede ser denominadas como bhakti aunque puedan parecer adulteradas con el trabajo fruitivo y el conocimiento empírico. Este bhakti adulterado puede ayudar a una persona a alcanzar el camino que conduce al bhakti puro, que es la función trascendental. Cuando una persona alcanza el servicio trascendental de Dios, ya no hay entonces ninguna adulteración. Esto es lo que se expresa en un sloka muy citado del celestial sabio Narada, “Ciertamente, aquella actividad que es prescrita en las Sastras en referencia a Hari es llamada Bhakti. Por medio de tal actividad, se alcanza el bhakti trascendental.”
No estamos dispuestos a colaborar con aquellos que se entregan a las actividades mundanas. Hay personas que ambicionan escalar hasta a la cima  del progreso a través de la especulación mental basada en la experiencia del mundo exterior. No vamos a cultivar la asociación de empiristas de este tipo que profesan ser capaces de acercarse a la Verdad por el proceso ascendente de la experiencia de lo desconocido. La recomendación  de nuestro Gurudeva es que no aceptemos a ninguna persona hostil, que siempre mantengamos a esta gente al otro lado de nuestra frontera. 
No queremos a personas que gustan de una alimentación opulenta y de la sensualidad. Estas personas no son auténticos buscadores de la Verdad. ¿Cómo vamos a servir nuestro propósito con la ayuda de personas que poseen una doble naturaleza? No hay correspondencia entre lo que dicen y lo que hacen. La buena noticia es que las palabras dulces y saludables que nuestro Sri Gurudeva nos han traído no serán escuchadas por personas que tienen una doble moral. Ellos nunca van a prestarle oído a este mensaje. Los hombres laicos no nos pueden entender. Aquellos cuyas vidas no son idénticas a la vida de los devotos, que se describe ampliamente en el Srimad Bhagavatam, no serán capaces de entender nuestro mensaje.
Es por esta razón que el Bhagavata nos enseña a dar vuelta a una nueva página, “Las personas sensatas deben abandonar cualquier mala asociación y cultivar una estrecha asociación con los sadhus. No hay duda de que las palabras del Sadhu tienen el poder de destruir las propensiones negativas de la mente de uno. De esta manera, los Sadhus benefician a todos los que se asocian con ellos.” Hay muchas cosas que no revelamos al Sadhu, pero un Sadhu verdadero nos hace hablar de lo que mantenemos oculto en nuestros corazones y a continuación aplica el cuchillo. La misma palabra “Sadhu” no tiene otro significado que este. Se pone de pie frente a la piedra de sacrificio (el altar) levantando el cuchillo sacrificial en la mano. Los deseos sensuales de los hombres son como el cordero que será sacrificado. El Sadhu está allí para matar esos deseos con el golpe misericordioso del borde afilado de su cuchillo sacrificial, que se manifiesta como un  lenguaje brusco. Si el Sadhu se vuelve mi adulador, me está haciendo daño, se convierte en mi enemigo. Si nos halaga nos está llevando por un camino que trae disfrute, pero no un verdadero bienestar.
No es adecuado escuchar del Bhagavata de alguien que no vive la vida prescrita por el Bhagavata. 
Nuestro deber es asociarnos con un Sadhu que sea mejor que nosotros mismos. La asociación con los que son mejores que uno mismo es asociación con sadhus. Pero ¿quién realmente posee la vida del Bhagavata (propio de Dios)? “A Él se le llama ‘Libre’ en esta vida en la que todos sus esfuerzos son dedicados al servicio de Hari en todas las actividades de la mente y el habla, y en todas las circunstancias.” “Que la mente vaya hacia Krishna” esta es la única bendición que los Sadhus pronuncian. La forma contraria “Que la inclinación hacia Krishna sea destruida dando lugar a la ambición de adueñarse de todas las cosas que no sean Krishna,” nunca es la forma de bendecir de los Sadhus.
La palabra bhakti (servicio a la Suprema Personalidad de Dios) no puede usarse apropiadamente si no está en conexión con la palabra Krishna. Sólo Krishna es el Objeto único del bhakti. Brahman es el objeto del conocimiento, Paramatma, (el Alma Suprema), es el objeto del esfuerzo de acercamiento. Pero Krishna y sólo Krishna es el objeto de la adoración o el servicio. Explicaremos más adelante en este discurso cómo es que Krishna es el único Objeto de adoración.
El significado corriente de la palabra “Cit” es conocimiento. El conocimiento posee la calidad de la maestría. De las palabras de Sri Caitanyadeva podemos saber que el Hijo del Jefe de Braja es el verdadero conocimiento indivisible. Krishna-Chandra es específicamente el Poseedor, fuente y encarnación concentrada de la energía cognitiva. La fuente de la que emana todo el conocimiento es de tres tipos a saber, (a) la cognición pura, (b) la cognición, adulterada con la no cognición y (c) la falta de conocimiento. Los que sostienen que la percepción directa de los sentidos es la única fuente de conocimiento mantienen que el conocimiento o la conciencia son un producto de la no cognición o la materia. Estas personas creen que el no conocimiento es el principio último. La propensión que entra en juego como resultado de tal especulación se llama tarka o controversia hipotética. Aquellos que quieren hacer que la materia produzca el principio de la conciencia, se encuentran, como consecuencia, inmersos en la búsqueda de la forma de neutralizar gradualmente el principio cognitivo, de hacerlo efervescer por completo en el estado original de no-conocimiento. Estas personas por sus austeridades tratan de reducir la conciencia temporal a un estado de completa inconsciencia. Si una persona comienza a realizar actividades mundanas, y continúa haciéndolo libremente, es susceptible de fatigarse por completo  en el curso de dichas actividades. Es en tal etapa de agotamiento que el deseo de convertirse en materia inconsciente, el deseo de liberación mediante el aniquilamiento de la conciencia que se ha descrito anteriormente, hace su aparición psicológica. El practicar la liberalidad a manos abiertas es algo bueno. Es bueno cuidar a los enfermos y ayudar a los necesitados de diferentes maneras. Ideas como éstas hacen un llamamiento tentador a nuestro juicio y parecen incluso prometer un alivio temporal al sufrimiento que ocurre cuando el hombre es terriblemente oprimido por la condición normal de la existencia en el reino de la materia. Entonces, nos vemos atraídos hacia procesos que el mundo externo nos presenta. De esta forma nos volvemos intérpretes del trabajo “útil”, practicamos la “virtud”, adoramos al dios liberador, nos volvemos morales, o, a veces, hacemos cosas malas, cometemos actos pecaminosos, volviéndonos irreligiosos o inmorales. Y nos encontramos en medio de todos estos predicamentos por la presión hostil del mundo exterior.
Lo burdo no existe en el principio material sutil. Pero lo sutil debe su nacimiento a la materia burda. La sutileza se manifiesta mediante la abstracción de los ingredientes burdos del mundo exterior. La materia burda es el origen de la existencia sutil.
En este mundo la función de la no cognición se ha adulterado con la de la cognición. La mente y la inteligencia están ocupadas acumulando conocimiento desde el ámbito de la no cognición. Hay un mundo en el que la no cognición es inexistente, por el contrario, los proponentes de la teoría de la finalidad del átomo o la fuerza material profesan que ésta es la realidad última. En ese otro mundo todo es cognición. Hay algunos que dicen que se debe alcanzar la realización de impotencia absoluta en la cognición sin diluir. Es cierto que el poseedor del conocimiento empírico tiene la amarga experiencia de la fuerza material en este mundo. Es sólo cuando uno, carente de todo poder, está ansioso por huir de la amargura de esa experiencia que la oportunidad de alcanzar la cognición se nos presenta. Los Gaudiya Vaisnavas tienen un lenguaje propio; llaman “Bahiranga-Shakti” a la energía material, el poder que se manifiesta de los miembros periféricos de la Persona Divina. Los profesores del conocimiento indiferenciado quieren llamar Brahman a la Entidad que carece de esa potencia periférica. Ellos construyen su idea del Brahman repudiando la energía material; han experimentado el poder de los fenómenos de la radiactividad y el movimiento molecular en este mundo en el que el principio cognitivo se encuentra adulterado con el principio material. Pero el Brahman también significa el Grande, el Todo. Los que tienen el privilegio de tener la visión de la Grandeza, de la Totalidad, saben que la palabra Brahman significa sólo Bhagavan, “el Poseedor de todo poder”. En palabras de Sri Chaitanya Deva, el significado primario de la palabra Brahman es “Bhagavan”.
En el Sankarsana Sutra, se usa la palabra Brahman para referirse a Vishnu. En la parte final del Bhagavatam encontramos el siguiente sloka, “La esencia de todo el vedanta es Brahman, Quién es idéntico al Alma Suprema. Él es la única Realidad sustantiva. Él es uno y sin segundo. La única necesidad es la de tener una devoción exclusiva y eterna a Él”.
Cada sonido tiene una potencia dual, a saber (1) la potencia natural iluminadora y (2) la potencia natural productora de ignorancia. Esa potencia del sonido que, apartándose de Krishna, Visnu o Sri Caitanya Deva, apunta a otra cosa, es la potencia que genera la ignorancia. Por su potencia natural iluminadora, todas las palabras expresan a Krishna, apuntan hacia Krishna. Aquellas palabras que nos obedecen como si fuésemos sus amos, nos ayudan en la función de disfrute de los objetos materiales, siendo promotoras del disfrute, están por ende separadas de la Divinidad y, por lo tanto, exhiben la potencia natural que produce la ignorancia. El Sonido ‘Krishna’ apunta hacia ??la Realidad sustantiva. En este mundo material con cualidades limitadas, el significado que del sonido ‘Krishna’ y lo que el común de la gente entiende por el sonido ‘Krishna’ son diferentes de la entidad que es el significado real del Sonido ‘Krishna’. En otros idiomas sonidos tales como “Dios”, “Alá”, etc., o incluso en el idioma sánscrito sonidos tales como ‘Dios’ ‘Isvara’ ‘Paramatma’, etc., expresan un cierto conglomerado de poder distintivo que conforma una entidad adulterada separada de Krishna. Esos sonidos no logran adaptarse a la potencia dominante y completa del sonido “Krishna”. Por lo tanto, el significado completo del sonido “Krishna” puede ser establecido de la siguiente manera: Krishna es el Señor Supremo. Él tiene una forma específica, la personificación concentrada del principio espiritual de la Existencia, el Conocimiento y la Bienaventuranza. Él no tiene principio, Él es el principio. Él está nutriendo al mundo entero. Él es la Causa de todas las Causas.
El anterior significado del sonido ‘Krishna’ fue traído desde el sur de la India por Sri Gaurasundara y dado a conocer a todas las personas. Ningún otro país excepto Bharatvarsha conoce el significado del sonido ‘Krishna’. En Bharatavarsha también hay corrientes divergentes de pensamiento en la que los sonidos: Isvara, Paramatma, Brahman, etc., se han manifestado. Estas corrientes de pensamiento indican las potencias secundarias del Sonido Krishna o incluso postulan la impotencia de la Divinidad. También son incapaces de transmitir el conocimiento del significado pleno del sonido “Krishna”. Cualquier cosa que se vea, oiga, huela, pruebe o sea tocada por nuestros sentidos genera un conocimiento empírico, es una entidad producida por la naturaleza física. El sonido ‘Krishna’ no se ha utilizado en relación con estos productos de la naturaleza física. La Entidad de Krishna no es comprensible mediante el conocimiento  de “ausencia de sentidos materiales” que depende de los sentidos materiales. Él es una Entidad que trasciende los sentidos físicos y la naturaleza física. La Verdad nunca puede ser servida mediante una facultad que diverge del Señor. El servicio a la Verdad es la función del alma, que no puede ser desviada de la Verdad, no tiene una causa y es ininterrumpido. La Verdad es idéntica al Maestro de la Verdad. No se puede tener conocimiento de las conclusiones de los Vedas sin ejecutar un servicio ecuánime a los pies de loto de Sri Gurudeva. Nadie más que el devoto de Dios puede ser el Maestro de la Verdad. Este no es el dogma de la ortodoxia irracional, es la Verdad. Alguien que no es un verdadero Vaisnava no puede ser Guru aunque descienda del más alto linaje, se haya iniciado con todos los sacrificios y haya estudiado las mil y una ramas de los Vedas…



Traducción libre al español: Lalita-sakhi devi dasi. México, D.F. a 9 de febrero, 2014.
Edición: Anuradha devi dasi.
Edición para Radharanikijay: Hari-ras das

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